viernes, 28 de agosto de 2020

La toxicidad de la envidia

Reflexiones: SUPERACION


SUPERACION

La superación personal es el camino de progreso incesante que asumimos para volvernos cada día mejores personas.

Esta signado de esfuerzo y un consentido sacrificio, que asumimos con la responsabilidad de quien sabe que más allá de su transcurrir tiene por deber expandir al máximo posible su potencial, no solamente en un afán egoísta, sino también por lo ello significa en nuestra capacidad para hacer cosas por los otros.

Comprometernos con nuestra superación personal implica asumir que somos dueños de nuestro destino y que más allá de los obstáculos que se presenten entre nosotros y la meta que hemos escogido, contamos con la voluntad y el talento necesario para superarlos. Comprometernos con nuestra superación personal es la derrota final de la cultura de la víctima.

Hay personas que creen que cada cosa que logran u obtienen se debe esencialmente a lo que otros nos han brindado o en todo caso, que su mérito ha sido congraciarse con los poderosos de turno. Son otros los que graciosamente les han otorgado las cosas y por supuesto que, en una idéntica lógica, cuando carecen de algo, cuando no logran lo que se proponen y sus sueños se frustran, también son otros los responsables de ello, pues no está a su alcance rebelarse contra las circunstancias.

Su destino genera mucha pena: terminan siendo los títeres de los manipuladores, demagogos y aduladores, privados voluntariamente de lo más grato que posee la esencia humana: su libre albedrío. Carne de resentimiento o, en el mejor de los casos, fieles exponentes de la resignación. Se sienten cómodos sintiéndose impotentes frente al mundo, apenas víctimas mudas de sombríos poderes que escapan a su comprensión.

Otros, en cambio, se asumen a sí mismos como agentes transformadores de su propia vida y hasta se guardan tiempo para transformar la de otros. Tienen claro su propósito y están dispuestos a vencer cualquier circunstancia que enfrenten, para utilizarla en su provecho y fortalecerse en la misma adversidad.

Son conscientes que el desafío de su superación no tiene que ver ni con los recursos con que cuente, ni siquiera con una dote de talento extraordinario, sino que por sobre todo es un acto de voluntad y una actitud que es capaz de sostener en el tiempo con perseverancia y dedicación. Eso son los protagonistas, no importa en el ámbito en que se desenvuelvan.

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viernes, 21 de agosto de 2020

Coaching para profesionales


Reflexiones: Enemigos de la superación


ENEMIGOS DE LA SUPERACION

En la búsqueda de la superación personal los principales enemigos se encuentran en nuestro interior y se llaman ego, ansiedad y memoria…

No es posible construir una sólida plataforma que desde nuestro presente nos proyecte hacia un futuro deseado sin un ejercicio retrospectivo de nuestra propia historia en el que debemos darnos la posibilidad de interpelar nuestro propio relato.

Nuestro EGO ensombrecerá la mirada disimulando la posibilidad de reconocer los propios errores y desplazando artificialmente culpas hacia otros o hacia sucesos externos de difícil cuestionamiento. Si no somos capaces de controlar este efecto mediante el juicio crítico y desapasionado, nos inundará el resentimiento.

La ANSIEDAD impedirá que podamos hacer el análisis con la minuciosidad requerida como para que el mismo se convierta en un verdadero “balance vital” sobre el cual podamos visualizar nuestros verdaderos deseos y expectativas para el largo plazo. Si no somos capaces de dominar nuestras ansiedades la presión autogenerada del “lo quiero ya” vedará nuestra capacidad de reflexión y hará que nuestros propósitos esenciales se diluyan, en el mejor de los casos, en modestas metas de corto plazo carentes de sentido de propósito.

La MEMORIA es una gran embustera… Representa apenas un recorte subjetivo de las vivencias adquiridas que siempre son filtradas por el estado emocional de nuestro presente. La verdad es que “creemos haber vivido” hechos que nos hemos encargado de distorsionar convenientemente desde la perspectiva de nuestro presente, lo que invariablemente nos brindará sensaciones erróneas que condicionaran nuestra historia futura: la real, la que construiremos con nuestras decisiones presentes.

No podemos evitar la acción de estos “viejos compañeros”, pero hay que desarrollar la claridad mental para reconocerlos, aceptarlos y no permitir que sus influencias se conviertan en otra cosa que un marco referencial teñido de cuestionables subjetividades que nunca podremos considerar absolutas. La duda en sí misma no es mala: nos permite construir nuevas miradas.

El Valor del "beta"

Priorizar la iniciativa

Nuestro compromiso con la idea, nuestro compromiso con la acción
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viernes, 14 de agosto de 2020



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Reflexiones:


ENEMIGOS DE LA SUPERACION

En la búsqueda de la superación personal los principales enemigos se encuentran en nuestro interior y se llaman ego, ansiedad y memoria…

No es posible construir una sólida plataforma que desde nuestro presente nos proyecte hacia un futuro deseado sin un ejercicio retrospectivo de nuestra propia historia en el que debemos darnos la posibilidad de interpelar nuestro propio relato.

Nuestro EGO ensombrecerá la mirada disimulando la posibilidad de reconocer los propios errores y desplazando artificialmente culpas hacia otros o hacia sucesos externos de difícil cuestionamiento. Si no somos capaces de controlar este efecto mediante el juicio crítico y desapasionado, nos inundará el resentimiento.

La ANSIEDAD impedirá que podamos hacer el análisis con la minuciosidad requerida como para que el mismo se convierta en un verdadero “balance vital” sobre el cual podamos visualizar nuestros verdaderos deseos y expectativas para el largo plazo. Si no somos capaces de dominar nuestras ansiedades la presión autogenerada del “lo quiero ya” vedará nuestra capacidad de reflexión y hará que nuestros propósitos esenciales se diluyan, en el mejor de los casos, en modestas metas de corto plazo carentes de sentido de propósito.

La MEMORIA es una gran embustera… Representa apenas un recorte subjetivo de las vivencias adquiridas que siempre son filtradas por el estado emocional de nuestro presente. La verdad es que “creemos haber vivido” hechos que nos hemos encargado de distorsionar convenientemente desde la perspectiva de nuestro presente, lo que invariablemente nos brindará sensaciones erróneas que condicionaran nuestra historia futura: la real, la que construiremos con nuestras decisiones presentes.

No podemos evitar la acción de estos “viejos compañeros”, pero hay que desarrollar la claridad mental para reconocerlos, aceptarlos y no permitir que sus influencias se conviertan en otra cosa que un marco referencial teñido de cuestionables subjetividades que nunca podremos considerar absolutas. La duda en sí misma no es mala: nos permite construir nuevas miradas.



sábado, 8 de agosto de 2020


Reflexiones:

ENVIDIA

La envidia es una de las peores perversiones del espíritu humano. Una condición de mediocridad, la confesión encubierta de nuestra bajeza y de frustraciones no elaboradas.

La envidia nos lleva inevitablemente al resentimiento y el resentimiento nos lleva al odio, que es la fuerza aniquiladora por naturaleza (para quienes nos rodean y para nosotros mismos).

Es curioso como un sentimiento tan propio del ser humano (otras especies animales evolucionadas no son “envidiosas”) puede ser a la vez tan contradictorio con otros aspectos que hacen a su propia esencia. Será seguramente porque también como ninguna otra especie el ser humano se caracteriza por sus profundas contradicciones interiores.

La esencia del ser humano es su libertad, la autodeterminación fundamental que guía su progreso, la creencia insustituible de ser actor protagónico de su vida y responsable ineludible de sus éxitos y fracasos. Cuando el ser humano renuncia a este credo rebaja su condición de tal y comienza a sumergirse en sus propias miserias.

La envidia es un buen condimento de esta negación del ser: parte de la premisa de que “ese otro” que sentimos que nos ha superado, lejos de ser un ejemplo a emular, es alguien despreciable que ha conseguido lo suyo con “malas artes”, un modelo de injusticia que merece nuestro repudio... Que intrínsecamente perversa y autodestructiva es esta lectura!!

Por supuesto que existe la injustica y la inequidad, por supuesto que existen personas inescrupulosas y egoístas que están dispuestas a cualquier cosa para cumplir con sus fines... Pero eso en modo alguno eso debería ser una excusa para cultivar en nuestro interior algo tan pernicioso.

La historia de la humanidad es cabalmente demostrativa que aún en las peores circunstancias, la convicción de aquellos que han sido capaces de consagrarse a un propósito ha sido una fuerza demoledora para superar cualquier adversidad y concretar cualquier logro.