jueves, 10 de diciembre de 2020

TOLERANCIA A LA FRUSTRACION


 

ENEMIGOS DE LA SUPERACION

 


En la búsqueda de la superación personal los principales enemigos se encuentran en nuestro interior y se llaman ego, ansiedad y memoria…

 

No es posible construir una sólida plataforma que desde nuestro presente nos proyecte hacia un futuro deseado sin un ejercicio retrospectivo de nuestra propia historia en el que debemos darnos la posibilidad de interpelar nuestro propio relato.

 

Nuestro EGO ensombrecerá la mirada disimulando la posibilidad de reconocer los propios errores y desplazando artificialmente culpas hacia otros o hacia sucesos externos de difícil cuestionamiento. Si no somos capaces de controlar este efecto mediante el juicio crítico y desapasionado, nos inundará el resentimiento.

 

La ANSIEDAD impedirá que podamos hacer el análisis con la minuciosidad requerida como para que el mismo se convierta en un verdadero “balance vital” sobre el cual podamos visualizar nuestros verdaderos deseos y expectativas para el largo plazo. Si no somos capaces de dominar nuestras ansiedades la presión autogenerada del “lo quiero ya” vedará nuestra capacidad de reflexión y hará que nuestros propósitos esenciales se diluyan, en el mejor de los casos, en modestas metas de corto plazo carentes de sentido de propósito.

 

La MEMORIA es una gran embustera… Representa apenas un recorte subjetivo de las vivencias adquiridas que siempre son filtradas por el estado emocional de nuestro presente. La verdad es que “creemos haber vivido” hechos que nos hemos encargado de distorsionar convenientemente desde la perspectiva de nuestro presente, lo que invariablemente nos brindará sensaciones erróneas que condicionaran nuestra historia futura: la real, la que construiremos con nuestras decisiones presentes.

 

No podemos evitar la acción de estos “viejos compañeros”, pero hay que desarrollar la claridad mental para reconocerlos, aceptarlos y no permitir que sus influencias se conviertan en otra cosa que un marco referencial teñido de cuestionables subjetividades que nunca podremos considerar absolutas. La duda en sí misma no es mala: nos permite construir nuevas miradas.

 

viernes, 4 de diciembre de 2020

EL MITO DEL CARISMA


 

RESPONSABILIDAD


 Ser responsable representa un atributo de inconmensurable valía para el ser. Implica básicamente ser capaz de “hacerse cargo” de nuestros actos y de las circunstancias por ellos creadas, algo que parecería resultar elemental en un comportamiento recto, pero que lamentablemente parece ser poco común en la sociedad actual.

 

La verdadera responsabilidad implica no solamente el hacer correcto, sino también el esfuerzo reparador de nuestras incorrecciones (que inevitablemente se producirán) y el compromiso irreductible que dicha reparación se convierta en aprendizaje.

 

En este sentido, la responsabilidad es algo ajeno a la culpa. La culpa, como experiencia emocional que se siente al romper reglas culturales o de nuestro grupo de pertenencia, genera una sensación de arrepentimiento, pero rara vez un protagonismo del sujeto para la reparación y el sincero aprendizaje.

 

Esto es natural, porque operan sobre ella los mecanismos de expiación que cada ser humano tiene desarrollado para proteger su ego.

 

El sentido de culpa es visceral, nos oprime y en un determinado momento nos impulsa a su desplazamiento, es decir a buscar un factor externo sobre el que descargarla y de esta manera sentirnos aliviados, paradójicamente, de esta manera terminamos diluyendo nuestra responsabilidad.

 

No es malo sentir culpa, por otra parte es algo natural que da cuenta de nuestra consciencia sobre los hechos y el entorno, el problema es que, cuando la culpa es lo que nos domina, inevitablemente se activarán nuestros mecanismos expiatorios y si esta es nuestra respuesta permanente, nos convertiremos en personas resentidas: en definitiva, es el mundo que nos rodea el que provoca nuestros males y moviliza nuestros errores.

 

La culpa es la respuesta tardía a nuestros comportamientos, la responsabilidad es una actitud anticipatoria que antepone la reflexión a nuestros actos en la certeza que somos protagonistas irrenunciables de ellos. 

viernes, 27 de noviembre de 2020

¿SUERTE?


 

RESENTIMIENTO

 


Es una tendencia natural del género humano buscar argumentos para su “expiación” (o bien decir: encontrar culpables a las cosas que les suceden). Un poquitín de extra punición, como diría un buen psicólogo, se convierte muchas veces en una medida necesaria para proteger nuestro ego y contribuir moderadamente a nuestra salud mental.

 

El problema (como en casi todas las cosas) es la desmesura y la costumbre perversa que adquieren muchos sujetos de estar buscando siempre un culpable de las cosas que le pasan, eludiendo la más mínima cuota de responsabilidad sobre ellas.

 

Así, estas personas, terminan adoptando una visión conspirativa de su propia historia personal, en la que parecería que el resto del universo se ha puesto de acuerdo para arruinarle su felicidad.

 

Partiendo de “mis padres no me brindaron…” a “esta sociedad desalmada…”, con rápidos pasajes por “este país que tenemos” y hasta “la basura del mundo de hoy”, hasta las deidades más menores del Olimpo parecen haberse puesto en su contra, ingresando en un círculo vicioso y auto destructivo que veda cualquier posibilidad de progreso y superación personal.

 

La angustia y el desánimo se convierten en bronca, detrás de una quimérica idea de la justicia y el individuo se convierte sencillamente en un resentido, envenenando su alma y contaminando todo lo que lo rodea.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Ser autónomo


 

Administración del Tiempo

 

ADMINISTRACION DEL TIEMPO

 

En la Grecia antigua existían dos conceptos distintos para referirse a la idea del tiempo (por supuesto asociados con distintas divinidades de su extenso panteón):

 

Cronos era el tiempo absoluto, el que marcaba inexorablemente el correr del Universo, inalterable e irreversible.

 

Kairos, en cambio, representaba “el momento donde ocurren las cosas importantes”, era un concepto discrecional, cualitativo que se asociaba con la voluntad humana y auxilia a los hombres en sus acciones.

 

Nadie puede vencer a Cronos, su poder es absoluto. No se puede volver atrás, ni alterar su curso. Pero siempre tenemos la posibilidad de dominar nuestros momentos excepcionales con la ayuda de Kairos, que no es otra cosa que nuestra disciplina y fuerza de voluntad para dotar de calidad el uso que hacemos de nuestro “bien más escaso”.

 

Una correcta administración del tiempo parte de un principio central para su efectividad que es un estado emocional sobre el sentido de contribución que nuestra tarea realiza a un fin mayor: cuando nuestra percepción de dicho sentido es negativa o tendemos a considerar nuestra labor de baja importancia para el resto, perdemos motivación y nos desconcentramos, nos inunda el tedio y se ralentiza nuestra mente.

 

En contrapartida, cuando nuestra contribución es percibida como algo valiosa, nos sentimos inundados de un renovado vigor y alcanzamos la mayor productividad de la que somos capaces.

 

Luego, hay un principio operativo central: la posibilidad de guiar nuestra acción con un genuino sentido de prioridad, entendiendo en todos los casos la real urgencia e importancia de las cosas por sus implicancias relacionales y su vinculación con los objetivos principales.

 

viernes, 9 de octubre de 2020

El camino del héroe


 

Mapas Motivacionales

 


Es responsabilidad ineludible del líder sostener la motivación colectiva del equipo, pero esto solamente puede lograrse si somos capaces de entender en profundidad el mapa motivacional de cada uno de sus integrantes: la motivación puede sostenerse a partir de un fenómeno grupal, pero solamente se construye y se alimenta en forma individual.

 

La motivación de un individuo ante todo es un problema de percepciones: sobre la naturaleza de sus propias necesidades y capacidades propias para satisfacerlas en función del rol que ocupa dentro del grupo y la institución. Siempre hay un fenómeno de expectativas detrás de todo marco motivacional, siempre determinante de la satisfacción o insatisfacción de cada persona.

 

La autoestima individual, el sentido de pertenencia con el grupo y el reconocimiento que se obtenga del mismo representan también una contribución indispensable, así como la claridad en las metas que se establezcan.

 

Por último, resulta indispensable comprender cuales son los factores que pueden actuar como desmotivadores en el entorno para poder neutralizar los mismos.

 

En el marco de una organización, la motivación de las personas se ve influida por factores provenientes de tras planos distintos. Uno de ellos, el ya apuntado plano individual (necesidades, intereses, expectativas, etc.); otro el plano del propio grupo de pertenencia, con la incidencia de sus valores compartidos, vínculos y mística propia; finalmente, debemos tener en cuenta la incidencia del conjunto de la organización, sus misión y la identidad que la misma genera, la claridad de las comunicaciones institucionales y el clima interno en general.

 

Es sumamente difícil que estos tres planos funcionen en perfecta armonía como para poder sostener y recrear el impulso motivacional a lo largo del tiempo, por lo que la labor del líder de cada equipo será la de crear los refuerzos necesarios para producir las compensaciones necesarias ante los desfasajes que se produzcan.

 

viernes, 2 de octubre de 2020

Egoísmo y Altruismo


 

Reflexiones: RESISTENTE O RESILIENTE?

 

RESISTENTE O RESILIENTE

 

No es lo mismo ser resistente que ser resiliente y no es solamente un juego de palabras… Ambas actitudes tienen que ver con la forma en la que afrontamos la adversidad, pero no solamente en los momentos en que los hechos se producen sino también una vez que los mismos han transcurrido.

 

Ser resistente tiene que ver con la posibilidad de afrontar con entereza los malos momentos, de tolerar la angustia y poder resolver las cuestiones que nos aquejan. El problema en todo caso es: ¿Qué es lo que ocurre después?

 

Una de las definiciones simbólicas que más me gustas acerca de lo que llamamos resiliencia es aquella que dice que es “el coraje de florecer en la adversidad”...

 

De alguna manera, el foco no debe estar puesto solamente en la tolerancia sino el aprendizaje que adquirimos a partir de la situación vivida, solamente así valdrá la pena el penar sobrellevado: si el mismo contribuye a nuestro florecimiento como persona.

 

viernes, 25 de septiembre de 2020

Percepción de resultados

 

PERCEPCION DE RESULTADOS

 

La capacidad de emprender en forma eficaz por parte de un individuo está en directa relación con la percepción que tenga sobre la propia capacidad para influir en los resultados.

 

Esto tiene que ver con dos factores fundamentales: la mirada sistémica del entorno comprendiendo la incidencia de nuestros actos en un marco de referencia mucho más amplia al de nuestra acción específica y la visión de largo plazo que seamos capaces de identificar en términos de la acumulación de nuestros pequeños logros.

Dejar un legado


 

viernes, 18 de septiembre de 2020

Reflexiones: La forja del espíritu

 

LA FORJA DEL ESPIRITU

 

El líder se construye a sí mismo en forma cotidiana, sabiendo que será siempre una obra inconclusa y que la demanda de perfeccionamiento deberá ser una constante.

 

La forja del espíritu es una expresión simbólica que representa el compromiso por la mejora personal, por el perfeccionamiento del carácter.

 

El líder no busca su perfeccionamiento para competir con otros, pues sabe que su fin último es la victoria interior que tiene que ver con la trascendencia de su propio espíritu.

 

Solamente aquel que ha renunciado a la competencia vana y concentra su esfuerzo en su propia mejora sin distracciones ni renuncios, puede alcanzar el estado de plena confianza en sí mismo.

 

Esta es una de las grandes paradojas, a veces difíciles de comprender hasta que no se experimentan: el triunfo se alcanza cuando nos liberamos del deseo de alcanzarlo, cuando la vía se transforma en un devenir sin angustias ni falsas presiones.

La cultura de la victima


 

viernes, 11 de septiembre de 2020

Estamos cerrando la inscripción


 

Vocación y disciplina



Reflexiones: Cada día un desafío

 


DESAFIOS

 

No hay peor muerte en vida que la que se propina a sí mismo aquel que ha renunciado a imponerse cada día nuevos desafíos.

 

Desafiarnos es poner a prueba nuestro carácter en la demostración cabal que siempre somos capaces de dar más por aquello en lo que estamos comprometidos: nuestro trabajo, nuestra profesión, nuestra familia, nuestra comunidad.

 

Muchos en algún momento deciden (a veces me pregunto como consecuencia de que mecanismo de lenta autodestrucción) simplemente dejar “pasar la vida” dejando que las cosas sencillamente sucedan y de esta manera van ingresando en un circulo perverso de autolimitación.

 

Plantearnos cada vez nuevos desafíos es honrar nuestra naturaleza y ponernos de cara al porvenir, aprovechar nuestro potencial y sentar un ejemplo para todos aquellos que nos rodean, que es en definitiva la mejor forma de trascender.

 

Levantarse cada día con la idea de poder ser un poco mejor en algo de lo que ya hacemos, ponerse una meta que para otros pudiera sonar incansable, superar los fracasos con entereza y pensar de qué manera sobrellevaremos ese obstáculo que hoy se nos presentó insalvable.

 

Muchas veces, aparecen en nuestra vida inmensos peñones que se presentan inconquistables, alturas aterradoras que una y otra vez frustrarán nuestro ascenso. Pero eso no debe preocuparnos: la más elevada montaña ya ha alcanzado su estatura, nosotros siempre podemos seguir creciendo… Pero solamente, si somos capaces de proponérnoslo.

 


viernes, 4 de septiembre de 2020


https://youtu.be/A98Wy7_a9nw 

Reflexiones:

DOMINIO EMOCIONAL

 

El principio de la fortaleza mental es el domino de las propias emociones. El dominio emocional se encuentra lejos de la pretensión de control: las emociones son imposibles de controlar, cuando esto se intenta lo que en realidad estamos haciendo es reprimirlas y nada bueno puede devenir de ello, pues inevitablemente la “explosión” sobrevendrá en algún momento.

 

El dominio emocional se adquiere cuando somos capaces de reconocer lo que nos está pasando y cultivar la frialdad para decidir qué es lo que vamos a hacer con ello.

 

El entrenamiento consecuente de las destrezas requeridas para el rol que ocupamos es el primer paso para trabajar el dominio de nuestras emociones, pero este comportamiento de base solo surtirá efecto si somos capaces de romper con nuestras zonas de comodidad y llevar el mismo a ambientes de presión real.


¡ULTIMOS DÍAS DE INSCRIPCION!

 

viernes, 28 de agosto de 2020

La toxicidad de la envidia

Reflexiones: SUPERACION


SUPERACION

La superación personal es el camino de progreso incesante que asumimos para volvernos cada día mejores personas.

Esta signado de esfuerzo y un consentido sacrificio, que asumimos con la responsabilidad de quien sabe que más allá de su transcurrir tiene por deber expandir al máximo posible su potencial, no solamente en un afán egoísta, sino también por lo ello significa en nuestra capacidad para hacer cosas por los otros.

Comprometernos con nuestra superación personal implica asumir que somos dueños de nuestro destino y que más allá de los obstáculos que se presenten entre nosotros y la meta que hemos escogido, contamos con la voluntad y el talento necesario para superarlos. Comprometernos con nuestra superación personal es la derrota final de la cultura de la víctima.

Hay personas que creen que cada cosa que logran u obtienen se debe esencialmente a lo que otros nos han brindado o en todo caso, que su mérito ha sido congraciarse con los poderosos de turno. Son otros los que graciosamente les han otorgado las cosas y por supuesto que, en una idéntica lógica, cuando carecen de algo, cuando no logran lo que se proponen y sus sueños se frustran, también son otros los responsables de ello, pues no está a su alcance rebelarse contra las circunstancias.

Su destino genera mucha pena: terminan siendo los títeres de los manipuladores, demagogos y aduladores, privados voluntariamente de lo más grato que posee la esencia humana: su libre albedrío. Carne de resentimiento o, en el mejor de los casos, fieles exponentes de la resignación. Se sienten cómodos sintiéndose impotentes frente al mundo, apenas víctimas mudas de sombríos poderes que escapan a su comprensión.

Otros, en cambio, se asumen a sí mismos como agentes transformadores de su propia vida y hasta se guardan tiempo para transformar la de otros. Tienen claro su propósito y están dispuestos a vencer cualquier circunstancia que enfrenten, para utilizarla en su provecho y fortalecerse en la misma adversidad.

Son conscientes que el desafío de su superación no tiene que ver ni con los recursos con que cuente, ni siquiera con una dote de talento extraordinario, sino que por sobre todo es un acto de voluntad y una actitud que es capaz de sostener en el tiempo con perseverancia y dedicación. Eso son los protagonistas, no importa en el ámbito en que se desenvuelvan.

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viernes, 21 de agosto de 2020

Coaching para profesionales


Reflexiones: Enemigos de la superación


ENEMIGOS DE LA SUPERACION

En la búsqueda de la superación personal los principales enemigos se encuentran en nuestro interior y se llaman ego, ansiedad y memoria…

No es posible construir una sólida plataforma que desde nuestro presente nos proyecte hacia un futuro deseado sin un ejercicio retrospectivo de nuestra propia historia en el que debemos darnos la posibilidad de interpelar nuestro propio relato.

Nuestro EGO ensombrecerá la mirada disimulando la posibilidad de reconocer los propios errores y desplazando artificialmente culpas hacia otros o hacia sucesos externos de difícil cuestionamiento. Si no somos capaces de controlar este efecto mediante el juicio crítico y desapasionado, nos inundará el resentimiento.

La ANSIEDAD impedirá que podamos hacer el análisis con la minuciosidad requerida como para que el mismo se convierta en un verdadero “balance vital” sobre el cual podamos visualizar nuestros verdaderos deseos y expectativas para el largo plazo. Si no somos capaces de dominar nuestras ansiedades la presión autogenerada del “lo quiero ya” vedará nuestra capacidad de reflexión y hará que nuestros propósitos esenciales se diluyan, en el mejor de los casos, en modestas metas de corto plazo carentes de sentido de propósito.

La MEMORIA es una gran embustera… Representa apenas un recorte subjetivo de las vivencias adquiridas que siempre son filtradas por el estado emocional de nuestro presente. La verdad es que “creemos haber vivido” hechos que nos hemos encargado de distorsionar convenientemente desde la perspectiva de nuestro presente, lo que invariablemente nos brindará sensaciones erróneas que condicionaran nuestra historia futura: la real, la que construiremos con nuestras decisiones presentes.

No podemos evitar la acción de estos “viejos compañeros”, pero hay que desarrollar la claridad mental para reconocerlos, aceptarlos y no permitir que sus influencias se conviertan en otra cosa que un marco referencial teñido de cuestionables subjetividades que nunca podremos considerar absolutas. La duda en sí misma no es mala: nos permite construir nuevas miradas.

El Valor del "beta"

Priorizar la iniciativa

Nuestro compromiso con la idea, nuestro compromiso con la acción
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viernes, 14 de agosto de 2020



NUEVO SEMINARIO PARA EL MES DE SEPTIEMBRE
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Reflexiones:


ENEMIGOS DE LA SUPERACION

En la búsqueda de la superación personal los principales enemigos se encuentran en nuestro interior y se llaman ego, ansiedad y memoria…

No es posible construir una sólida plataforma que desde nuestro presente nos proyecte hacia un futuro deseado sin un ejercicio retrospectivo de nuestra propia historia en el que debemos darnos la posibilidad de interpelar nuestro propio relato.

Nuestro EGO ensombrecerá la mirada disimulando la posibilidad de reconocer los propios errores y desplazando artificialmente culpas hacia otros o hacia sucesos externos de difícil cuestionamiento. Si no somos capaces de controlar este efecto mediante el juicio crítico y desapasionado, nos inundará el resentimiento.

La ANSIEDAD impedirá que podamos hacer el análisis con la minuciosidad requerida como para que el mismo se convierta en un verdadero “balance vital” sobre el cual podamos visualizar nuestros verdaderos deseos y expectativas para el largo plazo. Si no somos capaces de dominar nuestras ansiedades la presión autogenerada del “lo quiero ya” vedará nuestra capacidad de reflexión y hará que nuestros propósitos esenciales se diluyan, en el mejor de los casos, en modestas metas de corto plazo carentes de sentido de propósito.

La MEMORIA es una gran embustera… Representa apenas un recorte subjetivo de las vivencias adquiridas que siempre son filtradas por el estado emocional de nuestro presente. La verdad es que “creemos haber vivido” hechos que nos hemos encargado de distorsionar convenientemente desde la perspectiva de nuestro presente, lo que invariablemente nos brindará sensaciones erróneas que condicionaran nuestra historia futura: la real, la que construiremos con nuestras decisiones presentes.

No podemos evitar la acción de estos “viejos compañeros”, pero hay que desarrollar la claridad mental para reconocerlos, aceptarlos y no permitir que sus influencias se conviertan en otra cosa que un marco referencial teñido de cuestionables subjetividades que nunca podremos considerar absolutas. La duda en sí misma no es mala: nos permite construir nuevas miradas.



sábado, 8 de agosto de 2020


Reflexiones:

ENVIDIA

La envidia es una de las peores perversiones del espíritu humano. Una condición de mediocridad, la confesión encubierta de nuestra bajeza y de frustraciones no elaboradas.

La envidia nos lleva inevitablemente al resentimiento y el resentimiento nos lleva al odio, que es la fuerza aniquiladora por naturaleza (para quienes nos rodean y para nosotros mismos).

Es curioso como un sentimiento tan propio del ser humano (otras especies animales evolucionadas no son “envidiosas”) puede ser a la vez tan contradictorio con otros aspectos que hacen a su propia esencia. Será seguramente porque también como ninguna otra especie el ser humano se caracteriza por sus profundas contradicciones interiores.

La esencia del ser humano es su libertad, la autodeterminación fundamental que guía su progreso, la creencia insustituible de ser actor protagónico de su vida y responsable ineludible de sus éxitos y fracasos. Cuando el ser humano renuncia a este credo rebaja su condición de tal y comienza a sumergirse en sus propias miserias.

La envidia es un buen condimento de esta negación del ser: parte de la premisa de que “ese otro” que sentimos que nos ha superado, lejos de ser un ejemplo a emular, es alguien despreciable que ha conseguido lo suyo con “malas artes”, un modelo de injusticia que merece nuestro repudio... Que intrínsecamente perversa y autodestructiva es esta lectura!!

Por supuesto que existe la injustica y la inequidad, por supuesto que existen personas inescrupulosas y egoístas que están dispuestas a cualquier cosa para cumplir con sus fines... Pero eso en modo alguno eso debería ser una excusa para cultivar en nuestro interior algo tan pernicioso.

La historia de la humanidad es cabalmente demostrativa que aún en las peores circunstancias, la convicción de aquellos que han sido capaces de consagrarse a un propósito ha sido una fuerza demoledora para superar cualquier adversidad y concretar cualquier logro.


jueves, 30 de julio de 2020


CONFIANZA

El ser humano está hecho para vivir en comunidad. Por una cuestión básica de supervivencia, pero también para asegurar nuestra sanidad emocional, necesitamos de los otros: somos animales esencialmente cooperativos.

El fundamento básico de la cooperación y, por supuesto también, del establecimiento de cualquier tipo de vínculo entre las personas tiene que ver con la posibilidad de establecer lazos de confianza.

La confianza implica creer en el otro y ser a la vez capaces de ser creíbles para él, ser sinceros y que nos vean de esa manera y hacer de esto una conducta recíproca.

Nada es posible de lograr sin “un otro” y jamás lograremos un acompañamiento comprometido si no existe confianza (en la pareja, en la familia, con las amistades, en el trabajo o en la empresa).

La confianza es un valor absoluto que no admite escalas. Muchas personas utilizan a menudo expresiones tales como “poca” o “mucha” confianza y creo sinceramente que este tipo de construcciones son realmente equívocas y engañosas: la confianza se tiene o no se tiene, se inspira en el otro o no… No hay pasos intermedios que sean veraces.

¡Qué difícil que les resultará a muchos darle un sentido práctico a la dimensión de estas palabras!: Vamos – dirán- ¿Qué es eso de estar confiando de la nada en cualquier desconocido?... En todo caso, que se lo ganen!

Yo creo que, ante todo, es un problema de actitud frente a la vida: hay personas que, efectivamente, encaran su relación con el resto desde la desconfianza. Se mantienen distantes y reservadas, cuidándose al extremo de tempranos compromisos, todos para ellos son hostiles y en todo caso en algún momento bajaremos las defensas (algunos las sostienen durante toda su vida: los resentidos que viven “peleados con la vida”).

Otros, en cambio, eligen confiar y son capaces de desarrollar un alto grado de tolerancia para recuperarse de los desengaños, pues entienden que de eso se trata la “aventura de vivir”.

Los primeros, seguramente evitaran muchas traiciones y sinsabores, pero también es cierto que se perderán muchas oportunidades de conocer en profundidad a otros, ganarse su afecto y sincero compromiso.

Los segundos, es posible que tengan un grado superior de decepciones, pero estoy convencido que se compensarán con creces para la cantidad y calidad de vínculos profundos que serán capaces de entablar en todos los ámbitos.

Decididamente, elijo confiar… y creo que es uno de los mejores consejos que puedo darte.


PROXIMAMENTE, A TRAVES DE LA UNIVERSIDAD ABIERTA INTERAMERICANA
(informes e inscripción en la página de la Universidad)


CENTRO DE ESTUDIOS PARA EL DESARROLLO DEL LIDERAZGO
Escuela Argentina de Negocios (EAN)

Director: Dr. Fernando Grosso

El Centro de Estudios para el Desarrollo del Liderazgo (CEDELI) es una unidad de investigación, transferencia y formación de recursos humanos especializada en temáticas de liderazgo, desarrollo de equipos y superación personal que tiene por finalidad central el estudio de la formación y desarrollo de personas para el desempeño de roles de conducción en el ámbito empresario, sector público y la sociedad civil.

Desarrolla su actividad a partir de múltiples actividades que comprenden:
·         FORMACION: mediante el desarrollo de curso, conferencias, seminarios y diplomados especiales dirigidos tanto a la comunidad interna de EAN como a público en general
·         INVESTIGACION: a partir de la formación de grupos de estudio, seminarios especiales para la formación de becarios y el desarrollo d eproyectos de investigación aplicada sobre la materia.
·         TRANSFERENCIA: brindando servicios de asistencia técnica y capacitación para empresas, organizaciones de la sociedad civil y reparticiones gubernamentales. Ofrece también servicios de coaching y mentoring para profesionales y emprendedores.
·         DIVULGACION: generando publicaciones en distintos medios a través de artículos, columnas de opinión y diversos proyectos editoriales. Cuenta también con un blog de intercambio y foros de debate.

Por sobre todo, se constituye en un espacio referencial abierto a la participación de todo aquel individuo con inquietudes en torno a su propia superación como profesional y como persona.


viernes, 24 de julio de 2020

Curso de Capacitación


Desarrollo de Equipos


Los 5 principios esenciales para la
formación de un gran equipo


por Fernando Grosso (*)


Es probable que una de las ideas que más moviliza a las empresas en el presente sea el “trabajo en equipo”. Al menos, en el marco de nuestra actividad profesional se ha convertido en los últimos tiempos en una de las cuestiones que más consultas genera por parte de ejecutivos de organizaciones de las más variadas actividades, tamaños y espacios de acción.

Con una inobjetable buena prensa a favor y enmarcado en un discurso “socialmente aceptable” y hasta admirado en los ámbitos empresarios y profesionales, la idea de la formación y el desarrollo de equipos de trabajo parecen convertirse en la nueva panacea del management moderno que paulatinamente va desterrando la figura del “gerente-estrella” como supremo constructor de destinos de grandeza competitiva.

Sin embargo, en el marco del entusiasmo que irradian las salas de directorio y los discursos fervorosos de quienes dicen haberse reencontrado con una renovada esencia de la expansión del capital humano, la realidad cotidiana (sobre todo aquella que enfrentan mandos medios y gerentes de pequeñas y medianas empresas) muestra una contracara: en la práctica, la formación de equipos de trabajo verdaderamente consolidados representa un desafío de difícil resolución.

Más allá de esfuerzos voluntariosos –y otros ni siquiera eso- parecería que forjar un espíritu auténticamente cooperativo en las operaciones cotidianas termina siendo más una expresión de deseos que una realidad tangible.

Son muchos los factores que inciden sobre esta realidad, el más claro sin lugar a dudas es la impaciencia con la que muchos gerentes se movilizan en torno a estos objetivos y los prematuros abandonos que la tarea de trabajar en el desarrollo del equipo arroja como consecuencia: Formar un gran equipo, no es tarea de unos días o de estímulos aislados que se generan en los “ratos libres”. Es una actividad de tiempo completo que debe desarrollarse en forma artesanal durante un largo periodo.

Lamento, en este sentido, la decepción que estas últimas palabras puedan generar en el lector, más si aún considera que vale la pena hacer el esfuerzo de comenzar a diseñar la arquitectura de un equipo exitoso (puedo asegurarle que losresultados que obtendrá a partir de un equipo consolidado compensarán con creces el esfuerzo), quiero proporcionarle algunos principios esenciales que le permitirán colocar cimientos firmes sobre los que se edificará un verdadero GRAN EQUIPO.

Primer Principio: NO SE FORMA UN GRAN EQUIPO SINO A TRAVES DE INDIVIDUOS PREDISPUESTOS A HACERLO

La constitución de un gran equipo nunca es en sus inicios un fenómeno “espontáneamente colectivo”, el trabajo inicial se desarrolla sobre los individuos, en la transformación de su modelo mental y en el fortalecimiento de su autoconfianza: en general quienes más resistencia presentan a trabajar en equipo son las personas inseguras que temen que su individualidad quede subordinada a los designios del resto.

La seguridad personal de u individuo en su puesto de trabajo –y a partir de allí su disposición cooperativa- depende esencialmente de un conjunto de elementos respecto de los cuales la gerencia tiene que convertirse en el principal garante:
-          La asignación de tareas que permitan a las personas poder emplear sus mayores capacidades (dejar de pensar en términos de las debilidades de cada uno y concentrarse fuertemente en los puntos fuertes, haciendo sentir a cada individuo en alguien importante a partir de sus condiciones)
-          La inspiración de las personas a partir de una mirada de largo plazo que les permita visualizar su crecimiento y progreso personal (las personas necesitan sentirse protagonistas de una historia desafiante, no meros actores de reparto de la rutina cotidiana)
-          El compromiso cierto de la empresa (encarnado en la actitud de sus gerentes) de comprometerse plenamente con el cumplimiento de los proyectos y las metas personales de cada individuo. Las personas no se involucran cuando sienten que sus sueños quedan subordinados al sueño de otros (por ejemplo, grandes definiciones de visiones corporativas vacías de significado para el individuo común), sino cuando entienden que la mejor forma de realizar sus proyectos es ayudando a otros a realizar los suyos.


Segundo Principio: NO HAY EQUIPO SIN UN LIDERAZGO SÓLIDO Y COMPROMETIDO CON EL CONJUNTO

Todo gran equipo parte de la figura de un gran líder, alguien profundamente comprometido con las personas tanto individualmente como en forma colectiva. La carencia de un líder sólido a la larga termina disgregando a las personas y permitiendo la aparición de intereses contrapuestos, luchas de poder y mezquindades.

La labor del líder no es totalitaria, pero si totalizadora. Su conducta marca el rumbo, su acción cotidiana debe concentrarse en la motivación de los individuos, el fortalecimiento de las relaciones y una permanente dedicación a la promoción del desarrollo integral de las personas (y esta claro, que al decir esto no me refiero solamente a sus “competencias laborales”)

Por otra parte, un verdadero equipo cultiva como un principio esencial una lealtad a toda prueba entre sus integrantes y esa lealtad comienza a construirse a partir de la lealtad de los individuos hacia su líder.


Tercer Principio: NO HAY EQUIPO SIN SÓLIDOS VALORES COMPARTIDOS

Se dice con acierto que un fundamento esencial de un equipo es la existencia de una “visión compartida”, pero para llegar a esta idea de un destino común, debe previamente construirse un sistema de creencias y principios de conducta compartidos por todos los integrantes.

Nuevamente aquí vuelve a ser decisiva la figura del líder, puesto que es a él a quien corresponde la indelegable labor de instalar dichos valores.

Los valores a instalar para conformar un auténtico equipo (confianza, espíritu cooperativo, lealtad, humildad, etc.) no se declaman –obviamente, no es una cuestión de “discursos”-: se vivencian y se transmiten en prácticas cotidianas, simples pero elocuentes, repetidas en el tiempo. Los equipos adquieren los valores que sus conductores demuestran en su accionar cotidiano.


Cuarto Principio: NO HAY UN GRAN EQUIPO SIN PROFUNDOS VINCULOS ENTRE SUS INTEGRANTES

Una gran paradoja: los grandes equipos de trabajo no se construyen desde el plano laboral, sino más bien desde lo “extralaboral”. Las personas construyen fuertes relaciones cooperativas, cuando comienzan a construirse entre ellas lo que llamamos “adhesivos sociales”, es decir afinidades que hacen a su vida integral y no solamente al “espacio de la oficina”.

Muchos creen que esto es algo que es prescindible e inclusive algunos creen hasta peligroso que se genere un ambiente realmente amigable entre las personas. No existe postura más equivocada: solamente cuando las personas se sienten a gusto con el entorno social en el que se mueven se comprometen a dar lo mejor de sí y ayudar a que los otros también lo hagan.

Un gran equipo funciona más por las emociones que por la razón fría, sobre todo en la adversidad.

El impulso genuino de actividades que permitan que las personas confraternicen entre ellas y desarrollen una verdadera red afectiva se constituye en un refuerzo de suma importancia para la consolidación de los valores y la visión compartida.




Quinto Principio: NO HAY UN GRAN EQUIPO SIN MISTICA

Por último, una característica distintiva de un gran equipo es la existencia de un profundo sentido de logro arraigado en cada uno de sus integrantes y la convicción que la unidad y el esfuerzo compartido es capaz de superar cualquier obstáculo que se interponga.

Ese efecto mágico que llamamos “mística” (etimológicamente: algo destinado a unirse a lo superior) o más corrientemente “mentalidad ganadora”, no es otra cosa que un exacerbado sentido de pertenencia reforzado en forma permanente a partir de verdaderos rituales compartidos y símbolos que nos recuerdan que “somos especiales”, que somos capaces de lograr lo que nos proponemos.

La construcción de la mística de un equipo es un proceso que se genera mediante un proceso bastante similar al que describíamos en el apartado anterior: la reiteración de comportamientos positivos, la permanente evocación del éxito  alcanzado, la alimentación de la autoestima individual y grupal, genera un entusiasmo colectivo que guía al equipo a nuevas realizaciones construyendo así un círculo virtuoso que paulatinamente se va “convirtiendo en leyenda”, reforzándola inspiración de las personas y movilizando lo más profundo de sus energías.


El conformación de un gran equipo, en definitiva, no debe verse nunca como una misión que solo pueden encarar solo unos “pocos elegidos”, ni tampoco como una empresa que requiere del concurso de personas extraordinarias.

Si es en cambio, una tarea metódica que depende del compromiso y la disciplina de un conductor que se asuma a sí mismo como un verdadero líder, que apueste al talento de las personas y a su inagotable capacidad de ir siempre un paso más allá... Que esto se trata ante todo de una creencia? Por supuesto, de eso estábamos hablando: No es casual que las palabras “creer” y “crear” tengan la misma raíz. En los momentos de mayor adversidad, cuando su escepticismo lo invite a abandonar la tarea, mire simplemente alrededor y recuerde que todo lo tangible que lo rodea, alguna vez fue simplemente una creencia.


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